martes, 1 de noviembre de 2011

EN SOLITARIO por Montse Martín de la Mota

Ahora que mi cuerpo se derrama
en olas moribundas,
te disuelves.

Tu resuello se escucha al otro lado
de la puerta, también el de tu amante,
agitada, rendida.

Sin embargo, para mí ya no existes.
Después de presentirte
de rodillas,
bebiendo entre mis piernas.,


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